Tuesday, July 26, 2011

ALGUNOS CRITERIOS EN DEFENSA DE UNA OPCIÓN DEMOCRÁTICA EN CUBA.

Aunque parezca simple, no lo es en absoluto. Polémicas, diatribas, criterios, opiniones y cuanta manifestación pueda ser escuchada, leída y hasta balbuceada en algunos casos, quedarán bajo el amparo de lo que muchas personas creen que resulta consistente con la manifestación de la democracia. Es cierto, como primer ingrediente habría que colegir que democracia versus totalitarismo significa libertad de expresión y opinión frente al silencio opresivo y embaucador de la ideología totalitaria.

Más allá del contenido del documento presentado por Osvaldo Payá, firmado por un buen número de disidentes y opositores y las discrepancias manifiestas de Oscar Elías Biscet  que también cuentan con el respaldo, verbalmente expresado por personas conocidas y de reconocido aval político, habría que plantearse cuál puede ser la rentabilidad de convertir la discrepancia en querella y pensar que por mucho desacuerdo que pueda haber entre unos y otros la diversidad de opinión deba convertirse en una guerra a muerte, capaz de crear la posibilidad de una exclusión para los que, hasta hoy, han decidido permanecer en Cuba.

Habría que comenzar por dar el merecido crédito, a los que delimitan el escenario de la acción al único lugar donde acontece, puesto que constituye la “plaza sitiada en donde la disidencia es un acto de traición”; según reza una consigna puesta en boga por el régimen para denostar por igual a todos los que manifiestan un criterio diferente. Desde el punto de vista conceptual no es posible entender el uso de los términos de forma relativa y por esa vía tratar de justificar posiciones. Ver los toros desde la barrera no significa tener la razón o sentar pauta.

Para los cubanos de la Isla, que en su inmensa mayoría no conocen la democracia, ni saben como funciona; la cuestión primordial es enseñarles a entenderla desde su propia óptica deformada groseramente por 52 años del más absoluto totalitarismo. Pero la labor paciente y pedagógica nunca puede confundirse con la imposición de un criterio que muchos amparan bajo un supuesto conocimiento de los argumentos democráticos y que en el caso nuestro, el de los cubanos, sufre de una especie de síndrome degenerativo casi congénito (visto desde el nacimiento de nuestro país a la vida republicana), que nos mantiene entre la añoranza y el recuerdo, la diáspora y el destierro y que nos ciega con los destellos de una que otra querella inmediata impidiéndonos ver el verdadero futuro.
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Como un cubano más que se interesa por los problemas de su país, he expresado mi opinión sobre ese futuro y durante los años transcurridos desde la primera vez hasta hoy, tengo que pensar que el juicio no ha sido erróneo. La primera idea al respecto –prefiero evitar la palabra conclusión- es que la solución de los problemas de la nación cubana está dentro del territorio nacional y la segunda es que esa cacareada “luz al final del túnel” sólo se hará manifiesta cuando los problemas generacionales dejen de ser asideros tenidos en cuenta dentro y fuera de la Isla.

La Historia tiene un poder y una influencia irrecusables pero siempre debe de ser un referente para el futuro, no un argumento para el regreso al pasado donde se afianzan una buena parte de las razones de nuestros males acaecidos y actuales.  Por razones que no son de mi interés tener en cuenta en este análisis, parece ser que no siempre sucede de ese modo. Cuba hoy es un país gobernado por el pasado y en el pasado, en consecuencia, la conjura de sus males no puede tener fundamento en él.

Es evidente que quienes dentro de Cuba se oponen al régimen, forman parte de una generación que ha sido su víctima. Si algunos de sus representantes estuvieron confundidos –no todos- también es probable y posible que muchos se hayan hartado de vivir con una máscara y bajo los perniciosos y antihumanos efectos de la doble moral. Pensar que el haber vivido dentro de ese medio, que sin razón real los verdaderos causantes de la catástrofe definen como “plaza sitiada” hace imposible desvincularse del contubernio, y renunciar sinceramente a esa malsana relación, es casi como creer que la Iglesia Católica de la Inquisición y Tomás de Torquemada es la misma de hoy. Para  los que saben a lo que me refiero, y son muchos, el argumento de la evolución del pensamiento es clave en política y esa historia vista como referente y no como paradigma –no es casual que un tipo como Chávez le atribuya a una fecha como el 26 de Julio semejante carácter- debe ilustrarnos con respecto al hecho de entender, por ejemplo, que las monarquías europeas vigentes hasta el siglo XVIII no tienen nada que ver con las monarquías constitucionales que aún son motivo de orgullo para los pobladores de naciones donde existen y solamente son razones vinculadas a la genealogía las  que  refrendan su vigencia. La Revolución Francesa trajo consigo un nuevo orden y en lo cultural, el humanismo acabó con la guillotina para dar vida a sus presupuestos de libertad, igualdad y fraternidad.

Nuestro país ha sido convertido en víctima de un oprobioso régimen que al amparo de la ideología logró confundir y enajenar amplios sectores de su población, siempre utilizando falsos e inescrupulosos argumentos que con el tiempo han ido quedando en evidencia. El fracaso del socialismo no es hoy un hecho por ver, es una incontrastable realidad y la misma deberá constituir la premisa inmediata en que ha de construirse nuestro futuro. Quienes coincidan en la idea anterior, no importa cual sea la argumentación en torno a ella, están bien encaminados porque entienden dónde se radica la razón de su desacuerdo y la primaria y elemental necesidad de erradicar el mal. Por el momento no es posible descartar a nadie en defensa de un radicalismo sin sentido. Creo que ha quedado evidenciado con creces, que quienes apuestan por el radicalismo desde adentro, algo que a muchos preocupa,  terminan enseñando la oreja negra y peluda de los que han contribuido y contribuyen al statu quo; dejemos que se diluyan en la maldad de sus bajas pasiones, sin  permitir y dar pábulo a su siniestra labor.

Quienes aboguen por una u otra alternativa, apoyada en uno u otro vector político, que no puede ser el socialismo (algo que quedará descartado como anatema en nuestro pais) o la dictadura de cualquier signo; se mueven dentro de la influencia de las ideas democráticas y el pueblo, que deberá ser en última instancia su único y verdadero usufructuario, tendrá la palabra final. Es políticamente inconsecuente que desde una posición que se basa en la defensa de la democracia, tratemos de alentar cualquier querella más allá de los conceptos y convertir en enemigos irreconciliables a quienes desde diferentes puntos de vista se oponen a los únicos y verdaderos enemigos de todos los cubanos que merecemos nuestro  gentilicio, más que por nacimiento, por el deseo y el sentimiento de querer reivindicar el bienestar para nuestra nación.

Acaba de fallecer Monseñor Pedro Meurice Estiú, el hombre que pronunció el mejor discurso que han escuchado los cubanos en más de medio siglo; breve pero certero, valiente y sin rodeos, sin citas ni alusiones a encíclicas, con proyección nacional e internacional; se ha repetido ahora para que quizás muchos que no lo escucharan o lo hubiesen olvidado,  puedan tenerlo presente. Hay en él frases que alientan el futuro para Cuba y los cubanos. Quizás si pensáramos en Martí y nos involucráramos en sus ideas sobre la patria y la libertad, pudiésemos concluir que mucho más allá de sus cánones religiosos, monseñor Meurice fue un martiano practicante, consecuente y valeroso. Sería la mejor manera de comenzar a construir la unidad transitando el camino de la justa y necesaria diversidad.

José A. Arias.

1 comment:

  1. Osvaldo Paya es la doble carta de la seguridad chusma del estado del regimen nazi cubano usado como anzuelo ante la comunidad internacional Elizardito Sanchez Osvaldo Paya y la bloguera Yoany Sanchez ,es increible que nadie dentro de Cuba pueda portar una IP portatil y ecribir en ella lo que le plasca hacia el exterior ,se cae del arbol que son fichas que se prestan a ser usadas bajo el manto del regimen cubano como excusa hacia una trancision politica y social con su toque de fondo economico siendo mas tarde reflejado en una apertura economica aparte de la cantidad de chivatos que desde Venezuela , Cuba y sus escondrijos terenales visitan este blog ,increible .

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