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El artículo que motiva este trabajo pone el dedo en la llaga. Sobre todo,
en lo referido a las alternativas que presenta a nivel de la población y al interior
de Cuba. Después del derrumbe del bloque comunista euro-oriental y la caída de
la URSS, el país se enfrentó a la conocida situación que desembocó en el
llamado "Período Especial", sin experiencia en lo relacionado con una
crisis de tal magnitud, lograron solventar el asunto mediante la creación de
alternativas que a Fidel Castro le molestó mucho tener que aplicar.
Dolarización de la economía, fomento de la pequeña producción individual y
artesanal, agro-mercados y argucias de poca monta que luego le hizo consignar a
sus protagonistas como “merolicos” (nuevos ricos) y “macetas” (tenedores de
divisas y otros bienes), en fin, contrarrevolucionarios.
La entrada en escena de Hugo Chávez al retablo de las insatisfechas
aspiraciones latinoamericanas y a quien Castro acaparó y apadrinó para
convertir a Venezuela en el nuevo "mecenas" con el petróleo en alza y
alcanzando posteriormente cifras récord en el costo del barril (120 U.S. $ en
el mercado mundial) pareció alentar la idea de una alternativa favorable, no
sólo en lo económico, también políticamente; ahí están aún ALBA, CELAC y
UNASUR, entidades todas contribuyendo a fomentar y solidificar la idea del
Socialismo del Siglo XXI.
Ahora y en el caso particular de Venezuela esa situación no existe, el
propio Chávez desapareció y más bien está sucediendo todo lo contrario y el
resentimiento manifiesto de Cuba a causa del repliegue de la izquierda
revolucionaria en Latinoamérica llegó a ser tema del VII Congreso del Partido
Comunista en el país; las razones son obvias.
Las medidas puestas en práctica en el 1992 y que luego el propio Castro se
encargó de desmontar nuevamente, están agotadas en los diez años de su hermano
Raúl. Es comprobable estadísticamente que en el sector de la producción de
bienes por parte del estado, la relación PBI por habitante ha disminuido (1), la
dependencia de dos renglones: turismo y remesas provenientes del exterior, se
ha incrementado y la minería -níquel fundamentalmente- así como la
biotecnología enfrentan problemas; baja del precio del níquel y carencia de
patentes para comercializar la producción biotecnológica internacionalmente,
debido a la poca habilidad de funcionarios capacitados y con experiencia para
gestionarla -abogados- que se dedican a estas cosas, sin contar la inutilidad
de la burocracia interna (2)
De manera que, ninguno de los últimos dos rubros pueden contribuir de
manera medianamente favorable a resolver la situación. El turismo, además de
ser una actividad vinculada al área de servicios y donde cuesta producir un
dólar entre 37 y 40 centavos, más el precio de insumos que afectan los costos
de producción masivamente en otros sectores de la economía, el disendo de la
dualidad monetaria que impide el pago de salarios justos, son factores que contribuyen a obligar
a los profesionales que dejan sus profesiones -para las que fueron formados y
con el consiguiente costo- a emplearse en otras tareas donde piensan que les
puede "ir mejor" y que tampoco satisfacen sus presupuestos, por ello,
la alternativa es abandonar el país –aquí se pone de manifiesto el problema de
emigración y disminución de mano de obra calificada a que se refiere el
artículo de “diariodecuba.com”
De lo que apunto se desprende que, para el gobierno ―y ellos lo saben―, la
situación puede ser ahora peor que en los 90 (3) Quizás la población aún no lo
valore de ese modo al no manifestarse con la misma agudeza una crisis que
subyace y se gesta a espalda de sus víctimas potenciales pero, sin ánimo de fomentar falsas
expectativas, al gobierno no le quedan muchos argumentos.
Además, sólo
gente muy corta de vista, muy obtusa y desde luego, muy comprometida, se
atrevería a responder a los débiles avatares del cuentapropismo con una
política de ahogar a quienes pudieran ser su tabla de salvación, inclusive,
desde su propia perspectiva de toda esa verborrea de "mejorar el
socialismo" promoviendo el eufemismo de su “perfeccionamiento”; al
contrario, en lo económico, más limitaciones, impuestos, regulaciones, el freno
ideológico, de una ideología (valga redundancia) que ni ellos mismos comprenden
a cabalidad y que no pueden justificar de otra manera que mediante la represión
en lo político. ¿Qué se puede entender de las eternas batallas entre
“tecnócratas” y supuestos “ideólogos” que no desaparecen y donde los primeros
suelen llevar la peor parte? Como se lee en el artículo: Las posibles
alternativas entre la población “los tiene sentados sobre un barril de pólvora
y con un coctel molotov en la mano”
El historial
de la Cuba revolucionaria ―la de los Castro― es demasiado conservador e
ininteligible para hablar de “modelos” generados al interior. Si tratamos de
recordar sus exabruptos, cuyo único resultado ha sido la incompetencia, la
lista es larga. Méjico, cuya solidaridad alimentaba el ego manifiesto en el
asunto de la autodeterminación, terminó su “entrañable relación”, primero con
Zedillo y se volvió crítica luego con V. Fox (4), las altas y bajas en los
vínculos con la Unión Europea, desembocaron en la llamada Posición Común y si
ahora existen cambios; sobre todo en la relación económica, responden a los
acuerdos para renegociar deudas con países del bloque cuyo interés está cifrado
en conseguir dividendos monetarios redituables a corto y mediano plazo y, sin
dudas, a contrapelo de la voluntad política del gobierno cubano y de la falta
de interés de muchos de estos países en manifestarse sobre las decisiones
políticas de éste.
Producto de la
soberbia de la dirección política de ese gobierno, se han desperdiciado muchas
posibilidades para reconstruir la economía del país de una manera medianamente
inteligente. Se desconoce, por ejemplo, que las Instituciones Financieras
Internacionales (IFI) como El Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y
el Banco de Fomento Andino (5), le han ofrecido ayuda al gobierno cubano en el
área de asesoría técnica y a fuero de estar impedidos de hacerlo
financieramente por el asunto del bloqueo/embargo, y éste, sin excepción, ha
hecho la vista gorda y a preferido las alianzas con países que, según
entienden, representan una versión favorable desde el punto de vista
político-ideológico como en el caso venezolano y el resto del bloque ALBA
(Alianza Bolivariana de las Américas)
Hay otros
argumentos, como el de la comparación con el modelo vietnamita; a fuero de no
extenderme, sólo debo decir que ni hablar, nada que ver, créanme, no hay
comparación. Los vietnamitas nunca creyeron que el "Caballo de Troya"
les volvería los pies de barro y se encaminaron a adoptar medidas realmente
conducentes a promover cambios reales y sin atenerse a supercherías políticas a
destiempo.
Ellos en su país, se empeñaron sin cortapisas ni dobleces ideológicos ―sin dejar de
lado el socialismo en lo político y lo que ellos consideran “conquistas
revolucionarias”― en el movimiento Doi Moi, para implantar reformas económicas
que han desembocado en un socialismo de mercado; su relación con las IFI es
satisfactoria y ejemplar, al extremo de que en Hanoi y en un moderno edificio
de varios pisos, funciona una de las oficinas más importantes a nivel mundial
del Banco Mundial y la principal en el área del sudeste asiático.
Mucho más de
lo que se cree, o se piensa, las relaciones con China uno de los principales
proveedores de la economía cubana, no son tan “solidarias” como se pretende aparentar
al interior del país. Más de una vez los funcionarios chinos han perdido la
paciencia con los cubanos y los han increpado por la tardanza en la
implantación de reformas en las relaciones de mercado (se sabe como interpretan
los chinos tales temas) y el exceso de burocratismo que retarda el empleo de
políticas viables en las relaciones bilaterales, ya no con el resto del mundo,
donde las limitadas interpretaciones son evidentes.
Aunque existan
opiniones referidas a una posible aceleración de los procesos de reforma al
interior de la Isla, todo parece indicar que se trata, más bien, de hechos
compulsados por la inmediatez y que en la práctica se contraponen
peligrosamente con la superficial nimiedad del cacareado cuentapropismo y no de
los cambios a nivel de liberar al individuo de los límites impuestos por la
ideología afianzando al estado en el control ―que sigue siendo monopólico― de
los medios de producción por sus sus entidades
“proto-capitalistas” Por todo lo aquí expresado, considero que, las
conclusiones relacionadas con las posibles opciones del pueblo cubano en el
artículo de “diariodecuba.com” , por simples, no me parecen desacertadas.
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Notas.-
(1).- Las
exportaciones de Cuba en mercancías, según los datos que se hacen disponibles
(tradicionalmente, ha sido tarea difícil mantenerse al tanto) son de entre 3000
y 4000 millones de dólares anuales; alrededor del 20% del PBI (Producto Bruto
Interno). Comparadas por ejemplo, con Costa Rica: 43%, Barbados: 61%, Vietnam:
68% y Malasia: 98%, las limitaciones se hacen evidentes en relación con las
cifras de población.
Otros datos
indican que para el 2000 la producción de bienes en Cuba era de un 25%,
los servicios básicos alcanzaban un 16.9 y otros rubros el 58.10. Ahora ―2016 ―
las cifras han disminuido al 19,1% y el 15.6% respectivamente en los dos
primeros aspectos y sólo en el último han aumentado a un 65. 3% (ello está
vinculado al incremento del turismo y las remesas)
(2).-“Las
exportaciones de Cuba (por volumen) están estancadas desde el año 2000. En su
búsqueda de moneda extranjera, Cuba se volvió, cada vez, más dependiente de los
ingresos por el turismo y de las remesas de los cubanos que viven en el exterior.
Como en el resto del Caribe, estas fuentes de ingreso pueden ser valiosos
elementos de una estrategia de desarrollo nacional, pero por si solas, no pueden generar el empleo de alto valor agregado
suficiente que complemente los talentos de los recursos humanos tan
desarrollados en el país” (subrayado por el autor)
Fuente.-
Feinberg, Richard.-Extender la mano: la nueva economía de Cuba y la respuesta
internacional (2011) Internet, bajo el título: Economía de Cuba (pdf)
(3).-Ver los
datos referidos en la nota 1, corroborativos al respecto.
(4).- El
“romanticismo” de las relaciones entre Méjico y Cuba terminó una relación que
duraba desde 1962 y se prolongó hasta finales de los 90 en que llegó a su
conclusión mediante el enfriamiento producido por la salida del PRI del poder y
la llegada del PAN. Al respecto, han sido críticas las interpretaciones de Jorge Castañeda y cuya experiencia acerca de tales situaciones son conocidas.
(5).-Aunque
Cuba está impedida de establecer convenios monetarios con las principales IFI
(Instituciones financieras internacionales) no sucede así en el terreno de la
asesoría técnica; han sido los cubanos los que se han mostrado remisos y han optado
por aceptar y emplear “donaciones” provenientes de diferentes ONG que no pueden
contribuir de manera efectiva a la solución de los problemas más acuciantes de
la economía. Varios economistas cubanos han ofrecido testimonios y evidencias
al respecto en eventos y foros internacionales (Canadá y EE.UU.)
Cuba se ha
mantenido aferrada al documento del VI Congreso y a las llamadas 311 “pautas”
―montón de supercherías, en su mayoría ― y a las que aún
siguen vinculados a pesar de su ineficacia, tal y como quedó demostrado en el VII
Congreso del PCC recientemente llevado a término, ahora bajo el denominativo de lo
que llaman “modelo de perfeccionamiento de la economía cubana”
José
Antonio Arias-Frá
Aclaración: el formato en que se muestra se debe a que el artículo fue elaborado a partir del argumento de base de un comentario del autor en la red Facebook.
Aclaración: el formato en que se muestra se debe a que el artículo fue elaborado a partir del argumento de base de un comentario del autor en la red Facebook.