Este es el tercer trabajo que prometí publicar como parte de la trilogía anunciada, fue escrito en Noviembre del 2008, sin embargo, creo que sigue manteniendo gran vigencia y como argumento educativo y aleccionador me parece adecuado someterlo a juicio de los interesados y los que deseen entender mejor el por qué de las cosas. Muchas gracias, José A. Arias.
CUBA 50 AÑOS DESPUES: ARGUMENTOS PARA UN BALANCE.
Pensar en razones válidas para que un proceso político de medio siglo pueda justificarse es imposible. Ya los cubanos, dentro o fuera de la Isla, nos acercamos al límite de un desagradable aniversario que nos anatematiza y nos aleja de cualquier verosímil y democrático esquema. Atisbando el panorama político mundial habría que colegir que nuevamente somos protagonistas de un argumento nada envidiable. Esa y no otra es la realidad a que debemos enfrentarnos.
Se impone entonces que tratemos de explicarnos el por qué de semejante situación. A mi modo de ver existen diversas razones tratándose de procesos políticos de trascendencia social imperecedera en el orden de lo negativo. Las primeras están indisolublemente vinculadas a la historia misma de los diferentes casos, luego se van sumando factores de orden sociológico, psicológico, geopolítico y moral que en su conjunto determinan el resultado vigente.
Lo que sí está probado es que no son posibles “aportes” más allá del trasfondo de la dialéctica práctica y no tendenciosa que se nos presenten como ideas novedosas encaminadas a pautar el camino de la democracia como conjunto de manifestaciones que le sirven de respaldo a un sistema político. El colorario de esta tesis durante el siglo XX, fue el enfrentamiento de los “ismos” de diferente signo político versus el statu quo representado en las tendencias vigentes hasta entonces, y a las que se había llegado, no sin los vagidos ineludibles, de una manera lógica y proporcionada. El fascismo y el socialismo perdieron la batalla, convirtiendo a sus elementos exponenciales en parte de un pasado que si se menciona es sólo para acentuar la convicción de que resulta irrepetible.
Cualquiera que aborde la temática anterior y cuyas intenciones no estén bajo la influencia de la parcialidad a priori, tendrá que convenir que el experimento cubano, así como otros en moda bajo disímiles y extemporáneas denominaciones, no son otra cosa que la intentona de hacer prevalecer modelos retrógrados y de absoluta inviabilidad. El trasfondo político y filosófico de la centuria anterior, dejó fuera a todos los representantes del totalitarismo a la derecha o a la izquierda, según quedó consignado para sus protagonistas en las antípodas del fenómeno.
No es excepcional, sin embargo, que en diferentes instancias existan defensores de los argumentos menos viables. Hay siempre y por razones de la desinformación –en la mayor parte de los casos es así- quienes preconizan que la razón está del lado de la tozudez. Otros, por una inspiración casi romántica, confunden el liberalismo con actitudes que en nada le son atribuibles, para de ese modo hacer el caldo grueso a totalitarios y retrógrados validando el presupuesto de que los extremos se tocan.
La actual situación cubana enfrentada a este análisis, no evidencia ningún argumento que la justifique si se nos presenta como la respuesta única y colosal frente a una coyuntura histórica determinada que pretendió defender lo injustificable. Según la lógica histórica, tal y como debió haber sucedido, la razón y la experiencia constituyen la base del actuar en política; quienes excluyen premeditadamente ambos elementos se convierten en propulsores de una tautología, basada en el empirismo total de la sinrazón.
A pesar de las difíciles circunstancias, no ha de pensarse que la exposición de las ideas anteriores, deben inducirnos a creer en el fatalismo como la brújula del derrotero a seguir. Después de medio siglo transcurrido el balance de la nación cubana es de saldo negativo. Cualquier otro argumento es tendencioso y, en virtud debemos comenzar a transitar por el camino de la rectificación, que por añadidura nos eviten a los cubanos nuevos y más onerosos records en el ámbito cronológico, tendríamos que estar convencidos de nuestras limitaciones y aceptar el correspondiente grado de responsabilidad en los errores cometidos.
Consistentemente con un análisis amplio y genérico a través del concurso de la inteligencia y la validez de las ideas; no deben nunca más ser prioritarios los paroxismos chauvinistas que nos han caracterizado. A consecuencia del carácter sanguino de nuestra idiosincrasia, así como de la infausta manera de hacer y decir, se ha conculcado y empeñado el destino de varias generaciones. Cincuenta años después de haber cometido un grave error aún nos enfrentamos a la imperiosa necesidad de subsanarlo.
José A. Arias.
Quisiese formularle una pregunta estimado Jose A , como ve usted a la Cuba post fidelista cincuenta a nos despues ,o sea a partir del 2011 de la era cristiana, me refiero ,que visibilidad social ,politica ,comercial ,existencial ve visiblemente usted sobre la Cuba o lo que pudiese ser la proxima Cuba 50 a nos despues contando la fecha actual 2011 ,Gracias .
ReplyDeletePorque el regimen cubano opta por la imigracion masiva y mantiene una tasa de inmigrantes cubanos hacia el exterior y a otras naciones como la peninsula Iberica ,es la inmigracion cubana un pretexto usado por el regimen castrista para convertir a lo que pudiese ser una nueva Cuba ,en un santuario satelite de una proxima potencia mundial ,sea esta socialista o de caracter Capitalista ,Porque el gobierno de EE.UU no condena ante las Naciones Unidas al sr Castro ,Porque el gobierno de EE.UU permitio el derribo de avionestas Cessna con 4 cubanos inocentes siendo ciudadanos norteamericanos y considerandose civiles inocentes o es que el regimen cubano es intocable ,no sera Castro la mayor conspiracion de las Americas ,no sera Cuba el ocaso X con mas de 11 millones de cubanos por debajo de niveles de indijenismo ,miseria ,hambruna .
ReplyDelete