Tuesday, August 8, 2017

VENEZUELA EN PERSPECTIVA INMEDIATA (2)

Son términos contradictorios; no se puede interpretar en la práctica lo que la teoría no respalda. No hay que ser un entendido, ni un especialista en jurisprudencia, para observar la intrínseca descalificación de la Constituyente madurista. Y, precisamente, por la inconsistencia del argumento hay que empezar a desentrañar la condición del carácter dictatorial del régimen que la promueve.

Hasta ahora nos hemos cansado de presenciar esa ridícula imagen de funcionarios chavistas exhibiendo el librito ― constitución de bolsillo o “bolsiconstitución” ― para avalar cualquier planteamiento a cualquier nivel. Inclusive, tratándose de miembros de la llamada oposición cuya insistencia en la actuación dentro de los parámetros legalmente constitucionales los ha hecho adoptar similar actitud en la antípoda.

En el marco del soporte político y legal que la Constitución de 1999 le da al chavismo y que el propio Hugo Chávez definió como “blindada”, sobre todo ante cualquier alternativa de voluntarismo, teóricamente quedaba establecido “el protagonismo del pueblo en la conducción de su destino”

“Al hablar de pueblo soberano ― algo que se enfatiza ―, ello no puede significar sino el conjunto de venezolanos de ambos sexos, mayores de edad y en plenitud de derechos. Ese es el único sentido admisible de protagonismo popular” (1)

¿Qué representa el engendro madurista de la llamada Constituyente Comunal?

“La Constitución del 1999 es una previsión explícita de la explicación de motivos, la exigencia de evitar y desterrar el sistema de cónclaves que decidan los destinos del país a espaldas de la sociedad.

“Justamente (ahora -n.a.) se ha optado por eso, por un cónclave configurado por un sistema mixto de voto directo y voto en corporaciones locales, empresariales y oficiales, que no puede identificarse bajo ningún concepto con el poder soberano del pueblo basado en el principio de un ser humano un voto” (2)

La dictadura maniobra con éxito en el sentido de su radicalización y Maduro decide terminar de enterrar al chavismo a pesar de las consecuencias inmediatas de lo que acontece y lo hace implosionar dentro del límite de la propia constitución chavista. Para esa tropa de choque que desconoce la legalidad vigente y refuerza la actitud de los poderes estatales de espuria raigambre (TSJ y CNE) no existen límites y ya venía anunciándose, todo lo que necesitaba y, parece haber conseguido, era un formato organizativo que les permitiera operar sin medro, abierta y profusamente. Eso es la Asamblea Constituyente del 7/30, nada más y más allá de las comparaciones.

Al frente, en una trinchera que ha pretendido ser evidencia de la verdadera democracia, en ocasiones sin llegar a conseguirlo, parece entronizarse con demasiada fuerza el elemento de la discordia. Democracia es consenso y no instigar guerras por el poder que se ha perdido o no ha sido alcanzado; ello sólo puede producir bajas por “fuego amigo”

La estrategia madurista de promover la desunión entre la principal entidad opositora, la MUD, es evidente; a sólo cuatro días de promover fraudulentamente la Constituyente, el CNE anuncia la apertura del proceso de inscripción para las elecciones regionales y de gobernadores que debe tener lugar en diciembre próximo. Un desgobierno que no había movido un músculo para que se celebraran el pasado año y al que cualquier recurso que mantuviera a sus acólitos alejados de las urnas y actuando en favor del poder, constituyó una obsesión.

Con la falsa aprobación de la constituyente queda abierto el camino para el fraude a perpetuidad. Eso, es un problema y como tal, tiende a fracturar a la oposición que entre criterios encontrados sufre los efectos. O participas en el juego (que no es democrático) o simplemente no juegas, pero si decides hacerlo, tendrá que ser con guante prestado o a mano limpia ¿cómo entenderlo y brindarle una apariencia de justificación?

Con la reiteración del esquema de censura de muy vieja data bajo los regímenes totalitarios que pretenden enmascarar propósitos ya el CNE, brazo electorero del madurismo, se adelanta a realizar el anuncio (8/7) de la lista de partidos políticos que podrán inscribirse en las elecciones regionales de diciembre. Deja claro que no permitirá presentarse a la coalición opositora MUD en siete de los 23 estados del país: Zulia, Apure, Monagas, Bolívar, Trujillo, Aragua y Carabobo.

Lo que pueda suceder en los cuatro meses por venir es impredecible en el orden de las consecuencias. El debate seguirá entre políticos más avezados, acostumbrados al manoseo de las circunstancias entre diálogos e intrigas y en la mayoría de los casos reforzadas por conveniencias personales en el sustrato. Otros, más inexpertos, pensando en que se convierten en la expresión de la voluntad popular con la que del todo no acaban de encontrarse, se opondrán ― o no ― a los primeros desde perspectivas diferentes y la unidad, difícilmente podrá ser alcanzada. Tal imposibilidad seguirá interpretándose como una manifestación democrática, en la práctica, esencialmente desvirtuada. En eso no hay vaticinio, ha sido un hecho.

Bajo la influencia del flujo de información acrecentado por el ritmo y el tono de los acontecimientos en el país durante los últimos meses, parece especulativo aplicar esquemas, hablar de transiciones, establecer comparaciones y tratar de entender un proceso que va, trabajosa y penosamente definiéndose día a día, como derrota o victoria en cualquier sentido, por La Calle. Sería, según creo, prematuro y en el caso, existe sólo un sector que no puede equivocarse, la oposición, porque los que actúan desde el poder pudieran imponerse a pesar de estar equivocados.

José A. Arias-Frá.

Notas.- 

(1)  – Villacañas, José Luis.  El Final del Chavismo (opinión) En: https://amp.levante-emv.com/ 

2(2).- Villacañas, J.Luis.- Artículo citado.


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