Wednesday, October 26, 2016

EL GRAVE PROBLEMA DEL DECRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN EN CUBA.

Los diferentes aspectos relacionados con las causas y las consecuencias del deterioro de los índices vinculados al decrecimiento paulatino de la población cubana, constituyen un tema del que parece hablarse bastante incluyéndose en una reiterada afirmación general, sin embargo, pocos le conceden la importancia que realmente tiene en el sentido de su influencia relacionada a plazos temporales que por momentos parecen trascender lo imaginable al observarlos detenidamente.

Empecemos por lo más alarmante. Actualmente Cuba es el segundo país con el índice de envejecimiento más alto de América Latina y el Caribe, sólo después de Uruguay. Del total de la población, 11 414 152 habitantes (cifra actual ―2016) un 11.6% del total, son mayores de 65 años y los mayores de 60, elevan el porcentaje a 16.5%.

Está calculado que para el 2025 Cuba pasará a ser el país más envejecido de la región y uno de los 25 con población de edad más avanzada en todo el Planeta. De mantenerse los índices de transición demográfica, algo muy difícil de alterar, la población cubana no rebasará el 0.06% de crecimiento. Dicha población decrece sostenidamente desde 2007 a un ritmo de entre – 1% y – 4%.

A más largo plazo, la desaceleración de las proyecciones indican una situación aún peor. Para 2025 el índice de decrecimiento se ubica entre el – 6% al – 11% y, para 2050, entre el -12% y -21%. Para entender mejor lo que esto significa hay que traducirlo al número de habitantes en general: en 2000 la población cubana se calculaba en 10 725 000 habitantes, pero de acuerdo a los índices anteriores para el 2025 la cifra se deberá reducir a 9 524 000 y en el 2050 a unos 6 110 000. Tales cifras evidencian la magnitud de la crisis que, bajo la observación de otros indicadores demuestran la inmediata imposibilidad de darle solución al problema. Veamos.

Si se observan las tasas de crecimiento entre 1952 y 2016, la cifra ha descendido de 2.4% (1952) a – 0.14% en 2016; entre otras razones por:

― La existencia de una débil tasa de fecundidad.
― Envejecimiento de la población muy acentuado a partir de 1980 (observar datos ofrecidos con anterioridad)
― Emigración hacia los Estados Unidos y otros territorios.

En cuanto a la primera de las causas, la razón estriba en el bajo índice de nacimientos que estuvo calculado  en 2.1 de hijos por matrimonio u otros tipos de unión de pareja para 2009 y sólo 1.7 para el 2016. Según datos actualizados hasta hoy, se produjeron 97 695 nacimientos en el año en curso frente a 71 400 defunciones registradas y las cifras relacionadas con el nacimiento de niñas (futuras madres) ubica al sexo femenino en una potencial situación de desventaja.

Del total de la población insular la masculina alcanza una cifra que representa un 50.3% en contraposición a un 49.7% de la población femenina. Además, Cuba ocupa uno de los lugares ― en ocasiones ha sido el principal ― entre países con más abortos registrados, el de mayor índice de divorcios en Latinoamérica y un menguado porcentaje de población activa que sólo representa el 18% del total de su población. Tales cifras no se conforman en acuerdo con las de ninguna población a nivel continental teniendo en cuenta parámetros de medición similares.

Los siguientes datos (que pudieran ser colaterales) se explican por sí solos: En el censo de 2009 la tasa de natalidad alcanzo un 11.6% la de mortalidad, un 7.7%, pero la tasa de migración fue de -3.3%. Ello arrojó un resultado general de un crecimiento poblacional de 0.6%. ¿Cómo encarar el reto relacionado con el desarrollo de la fuerza productiva?

Para entender mejor lo anterior, deben tenerse en cuenta otros datos como la relación entre población rural y urbana (en un país de base agrícola) y donde su distribución, estrechamente vinculada con la migración interna, permite decir que es desproporcionada; 75.4% concentrada en núcleos urbanos de entre 2 000 000 y 100 000 habitantes y un 24.6% en regiones conceptuadas como poblados y poblaciones rurales del total de municipios del país (168 en total) Ello representa además, una evidente falta de conciliación entre población y extensión territorial en que las cifras indican un número de 102.3 habitantes por kilómetro cuadrado y en donde solo cuatro municipios acusan un índice de crecimiento entre el 65.4% y el 83.70% en los territorios situados en ambos extremos de la Isla (San Juan y Martínez, San Luis –occidente- y Najasa y Jimaguayú, en la región centro-oriental)

El bajo índice de fecundidad se visualiza también por intermedio de la exigua cifra de habitantes entre 0 y 14 años de edad, 18.2% del total. Ciertamente, las expectativas de vida se han elevado hasta 77.9 años (75.1 hombres y 79.2, mujeres) mientras la edad promedio del cubano es de 37.3 años (38 las mujeres y 36.8 los hombres) Tales cifras tampoco son alentadoras si se piensa en el decrecimiento anunciado en los datos relacionados con el índice de transición demográfica.

En cuanto al tercer argumento (el más politizado) habría que recordar que hasta 1959 y desde 1902, la Isla fue un territorio receptor de inmigrantes, mientras que después de 1959 y el triunfo de la revolución, se convirtió en uno de emigrantes hasta hoy, con cifras cada vez más crecientes. No es propósito aquí, reincidir en las argumentaciones del estado cubano y sus defensores al respecto; ellos, se quejan y argumentan in extensus, sobre razones políticas que vinculan a la “animadversión” de Estados Unidos en contra de la revolución socialista cubana desde sus comienzos y fustigan los mecanismos legales vigentes al respecto. Las cifras, no obstante, siguen sin ser alentadoras en materia del tema que nos ocupa.

En el censo de 2009 (ONE ― Oficina Nacional de Estadísticas, Cuba) se ofrecen los siguientes datos:

1.52 millones de cubanos viven en Estados Unidos concentrados en núcleos entre Miami, Union City y Nueva York y; entre América Latina, Europa y Canadá alrededor de 131 543 nacionales de origen cubano, lo que representa un total de 1 651 543, cifra que puede parecer mayor en dependencia de la consideración en cuanto al origen (tema relacionado con el discutible asunto de  la primera generación nacida fuera del territorio insular) o su inclusión; dato que Cuba suele manejar mediante los factores coyunturales de la conveniencia. Algo que muchos repiten y mueve a hilaridad, es aquello de que actualmente el conglomerado de cubanos  en Miami Dade County sólo lo supera la cifra de habitantes de Habana Metropolitana, pero lo que no saben es que, posiblemente y para 2020, ese territorio de la Unión Americana, tendrá más habitantes que la ciudad de La Habana y sea el territorio más poblado por cubanos en el Planeta.

El objetivo de este trabajo, ante todo, es el de brindar argumentos que no puedan ser rebatidos mediante diatribas conceptualmente inflamadas, matizadas de un falso e insensato nacionalismo y refrendadas por especulaciones distorsionadoras y tendenciosas. Lo expuesto, es la realidad de los fríos números; toca a los que hasta aquí hayan llegado, el arribar a sus propias conclusiones. Sobre todo, e insisto, en el por qué las consecuencias de tal situación no son solubles en el plazo que, quien desconoce la realidad, o la ignora ex profeso, piensa que se trata de sacar conejos de una chistera, de un acto de magia que puede cambiar la realidad en un santiamén.

Notas y una aclaración necesaria.

No he querido hacer citas individuales para evitar la complicada densidad que las mismas producen y así, ayudar a una mejor comprensión.

La totalidad de los datos estadísticos responde a informaciones ofrecidas por la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba y pueden cotejarse en diferentes sitios de Internet. También en sitios como “Cubadebate”, "Ecured" y otras fuentes de origen nacional cubano, pueden ser revisadas las versiones sobre “antecedentes y causas de la emigración a Estados Unidos”

 José A.Arias-Frá


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